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miércoles, 5 de diciembre de 2012

Los retos del Turismo Rural



¿Cuáles son los retos para llegar a un turismo rural sostenible y competitivo? La Red Andaluza de Alojamientos Rurales, RAAR, lleva años trabajando en dar una respuesta certera a esta preguntas, que en los últimos tiempos es la principal preocupación de los pequeños gestores y propietarios de casas rurales.



La perspectiva de llevar más de 21 años trabajando en este sector en Andalucía, el declive que se ha producido durante los últimos años, y la jornada celebrada en Antequera  para poner en común todas las demandas del turismo rural andaluz, han dado lugar a que preguntados por Xavier Canalis de Hosteltur, esta hayan sido nuestras propuestas.

Esperamos que este hilo que hoy abrimos sea participativo y de debate. En este plataforma, Andalutube, o a través de las redes sociales. En vísperas de un puente donde tradicionalmente ha "ganado" como destino el turismo rural, esperemos que el resultado final, con las reservas de última hora, sea mejor que las previsiones  actuales.

A continuación detallamos los que son para nosotros, los siete retos del Turismo Rural, no solo para Andalucía, sino para todo el país.

Después de un crecimiento desmesurado durante los últimos 25 años, incentivado por fuertes subvenciones públicas pero a menudo perdiendo de vista la demanda real, el sector pasa por una situación de profunda crisis.   

1.    Turismo Rural no es solo alojamiento.  A menudo, se percibe la ecuación “Turismo Rural = Casas Rurales” – craso error.  El alojamiento es importante para poder permanecer en un territorio, pero el cliente decide su destino por un conjunto de mucho más factores: paisaje, actividades, gastronomía, servicios públicos, infraestructura, ….  

2.    Orientación al cliente.  El turismo rural aun padece de una actitud auto-complaciente. ¿La falta de ocupación es culpa del cliente que no sabe valorar la excelencia de nuestro servicio? – no.  Es resultado de una oferta que a menudo se plantea, promociona, y gestiona sin preguntar ni analizar las necesidades del cliente. 

3.    Crear y gestionar destinos.  Lo anterior debe gestionarse en cada micro-destino (algo así como una comarca), en colaboración entre todos los agentes involucrados.  Es necesario establecer de una vez por todas fórmulas operativas de colaboración entre empresarios locales y las administraciones. Los ejemplos de Austria o Francia enseñan cómo se puede hacer bien.  Y para financiar este tipo de estructuras, no debemos tener miedo a la palabra demonizada -Tasa Turística- algo totalmente asumido en toda Europa.   

4.    Ofrecer una imagen turística diferenciada, sobre todo en mercados emergentes,  (países europeos principalmente) ya que se tiende a promocionar casi en exclusiva los estereotipos ya de sobra conocidos (sol y playa)  Si queremos ofrecer algo distinto a los turistas rurales, también nuestra promoción debe ser diferente y orientada hacia nuevos sub-segmentos que demandan servicios específicos.

5.   Menos intervencionismo y tutela administrativa.  Los modelos más eficientes y competitivos en Europa son estrictamente privados. En nuestro país nos hemos acostumbrado a la “teta” de las administraciones que por otro lado, suelen pasar del sector privado cuando definen sus políticas.  Con el agotamiento de fondos públicos, esta coyuntura se va a acabar.  ¿Supone esto aportar recursos humanos y económicos por parte del sector? Seguramente sí

6.   Marcos administrativos y legales asfixiantes. Con ingresos anuales de 5.000-7.000 euros antes de descontar gastos, muchos servicios rurales son inviables como empresa. El marco legal en España no contempla soluciones simplificadas para esta situación, la consecuencia es una amplia oferta sin legalizar y sin control. Nuestros vecinos y competidores europeos llevan una política diferente, más realista, y con más éxito. 

7.   Evitar que se convierta en un “monocultivo”. Para algunas zonas rurales el turismo ya en la principal fuente de obtención de ingresos. Además de generar una dependencia peligrosa de coyunturas económicas desfavorables, resta autenticidad al destino turístico, al desnaturalizarlo eliminando actividades tradicionales (agricultura, ganadería, artesanía y oficios tradicionales) que son parte intrínseca del producto turístico rural. 

Los retos aquí propuestos están también recogidos en la revista de diciembre de Hosteltur, 'El Turismo Rural, un producto a revisar'.




1 comentario:

  1. Nuestro primer reto es sin duda hacer entender a las Administraciones la peculiaridad de este producto,no se puede tratar Turismo Rural como una empresa turística mas,los empresarios tenemos una larga tarea por delante,que sera estéril si no hacemos comprender lo que el Turismo Rural significa y representa en las zonas Rurales.Debemos ser positivos,los que llevamos muchos años sabemos que hemos hecho camino,pero es a partir de ahora cuando toca remar,aprender y colaborar,lo podemos hacer a través de Asociaciones,de forma personal en la creencia que muchos granos de arena hacen al final una montaña
    El reto de los próximos años seguro que marcara un antes y un después,salir a buscar al cliente,no puede dejarse en manos de nadie,es una tarea en la que debemos implicarnos todos,no hay formulas mágicas,solo el trabajo,la formación y sobre todo la colaboración en la Red de todos,porque todos somos importantes,ese es quizás el principal reto el mas difícil..
    Felicidades por vuestra iniciativas que están sobre todo llenas de sentido común.
    Saludos Ino El Jiniebro-Extremadura

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