¿Cuáles son los retos para llegar a un turismo rural sostenible y competitivo? La Red Andaluza de Alojamientos Rurales, RAAR, lleva años trabajando en dar una respuesta certera a esta preguntas, que en los últimos tiempos es la principal preocupación de los pequeños gestores y propietarios de casas rurales.
La perspectiva de llevar más de 21 años trabajando en este sector en Andalucía, el declive que se ha producido durante los últimos años, y la jornada celebrada en Antequera para poner en común todas las demandas del turismo rural andaluz, han dado lugar a que preguntados por Xavier Canalis de Hosteltur, esta hayan sido nuestras propuestas.
Esperamos que este hilo que hoy abrimos sea participativo y de debate. En este plataforma, Andalutube, o a través de las redes sociales. En vísperas de un puente donde tradicionalmente ha "ganado" como destino el turismo rural, esperemos que el resultado final, con las reservas de última hora, sea mejor que las previsiones actuales.
A continuación detallamos los que son para nosotros, los siete retos del Turismo Rural, no solo para Andalucía, sino para todo el país.
Después de un crecimiento
desmesurado durante los últimos 25 años, incentivado por fuertes subvenciones
públicas pero a menudo perdiendo de vista la demanda real, el sector pasa por
una situación de profunda crisis.
1. Turismo Rural no es solo alojamiento. A menudo, se percibe la ecuación “Turismo
Rural = Casas Rurales” – craso error. El
alojamiento es importante para poder permanecer en un territorio, pero el
cliente decide su destino por un conjunto de mucho más factores: paisaje,
actividades, gastronomía, servicios públicos, infraestructura, ….
2. Orientación al cliente.
El turismo rural aun padece de una actitud auto-complaciente. ¿La falta
de ocupación es culpa del cliente que no sabe valorar la excelencia de nuestro
servicio? – no. Es resultado de una
oferta que a menudo se plantea, promociona, y gestiona sin preguntar ni
analizar las necesidades del cliente.
3. Crear y gestionar destinos. Lo anterior debe gestionarse en cada
micro-destino (algo así como una comarca), en colaboración entre todos los
agentes involucrados. Es necesario
establecer de una vez por todas fórmulas operativas de colaboración entre
empresarios locales y las administraciones. Los ejemplos de Austria o Francia
enseñan cómo se puede hacer bien. Y para
financiar este tipo de estructuras, no debemos tener miedo a la palabra demonizada
-Tasa Turística- algo totalmente asumido en toda Europa.
4. Ofrecer una imagen turística diferenciada, sobre todo
en mercados emergentes, (países europeos
principalmente) ya que se tiende a promocionar casi en exclusiva los
estereotipos ya de sobra conocidos (sol y playa) Si queremos ofrecer algo distinto a los
turistas rurales, también nuestra promoción debe ser diferente y orientada
hacia nuevos sub-segmentos que demandan servicios específicos.
5. Menos intervencionismo y tutela administrativa. Los modelos más eficientes y competitivos en
Europa son estrictamente privados. En nuestro país nos hemos acostumbrado a la
“teta” de las administraciones que por otro lado, suelen pasar del sector
privado cuando definen sus políticas.
Con el agotamiento de fondos públicos, esta coyuntura se va a
acabar. ¿Supone esto aportar recursos
humanos y económicos por parte del sector? Seguramente sí
6. Marcos administrativos y legales asfixiantes. Con
ingresos anuales de 5.000-7.000 euros antes de descontar gastos, muchos servicios
rurales son inviables como empresa. El marco legal en España no contempla
soluciones simplificadas para esta situación, la consecuencia es una amplia
oferta sin legalizar y sin control. Nuestros vecinos y competidores europeos
llevan una política diferente, más realista, y con más éxito.
7. Evitar que se convierta en un “monocultivo”. Para
algunas zonas rurales el turismo ya en la principal fuente de obtención de
ingresos. Además de generar una dependencia peligrosa de coyunturas económicas
desfavorables, resta autenticidad al destino turístico, al desnaturalizarlo
eliminando actividades tradicionales (agricultura, ganadería, artesanía y
oficios tradicionales) que son parte intrínseca del producto turístico rural.
Los retos aquí propuestos están también recogidos en la revista de diciembre de Hosteltur, 'El Turismo Rural, un producto a revisar'.
Nuestro primer reto es sin duda hacer entender a las Administraciones la peculiaridad de este producto,no se puede tratar Turismo Rural como una empresa turística mas,los empresarios tenemos una larga tarea por delante,que sera estéril si no hacemos comprender lo que el Turismo Rural significa y representa en las zonas Rurales.Debemos ser positivos,los que llevamos muchos años sabemos que hemos hecho camino,pero es a partir de ahora cuando toca remar,aprender y colaborar,lo podemos hacer a través de Asociaciones,de forma personal en la creencia que muchos granos de arena hacen al final una montaña
ResponderEliminarEl reto de los próximos años seguro que marcara un antes y un después,salir a buscar al cliente,no puede dejarse en manos de nadie,es una tarea en la que debemos implicarnos todos,no hay formulas mágicas,solo el trabajo,la formación y sobre todo la colaboración en la Red de todos,porque todos somos importantes,ese es quizás el principal reto el mas difícil..
Felicidades por vuestra iniciativas que están sobre todo llenas de sentido común.
Saludos Ino El Jiniebro-Extremadura